Dependiendo de donde vivas, aún te quedarán algunas semanas de frío antes de que llegue el verano. Y si donde vives ya hace calor, es también un buen momento para comprar una manta eléctrica y tenerla ya lista para cuando llegue el invierno. Una manta eléctrica puede interesarte por muchos motivos, pero el que nos ha hecho escribir este artículo está relacionado con el tema del ahorro energético. Sí: una manta eléctrica puede hacerte ahorrar dinero.
Ahora bien, ¿qué manta eléctrica comprar?, ¿cuánto dinero debes gastar? o ¿es seguro utilizar una manta eléctrica? son algunas de las preguntas a las que damos respuesta en este artículo. Te ofrecemos una guía de compra detallada con toda la información que nos hubiera gustado poder saber antes de comprar una manta eléctrica.
¿Qué tipo de manta eléctrica debes comprar?
Hay dos tipos principales de manta eléctrica.
La primera, más común, es básicamente una manta interior, como si fuera una sábana bajera. Se utiliza en la cama para dormir mejor en una habitación fría. Se coloca sobre el colchón o el cubrecolchón y se duerme encima. Dentro de la manta hay unos cables que irradian calor.
Podrás sentir los cables mientras duermes, pero no hasta el punto de que le perturben el sueño (al fin y al cabo la manta está diseñada para que puedas dormir encilla de ella sin molestias). Estas mantas suelen ser de un tejido afelpado, cálido y acolchado.
Lewis Painter / Foundry
Ambos tipos de manta pueden limpiarse en la lavadora.
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Lo que hay que saber antes de comprar una manta eléctrica interior
Nuestro equipo de TechAdvisor ha tenido la oportunidad de probar varios modelos de manta eléctrica. En nuestras pruebas, hemos podido reunir una serie de características y consejos que nos hubiera gustado poder saber antes de comprar una manta eléctrica. Estos son los puntos clave a tener en cuenta:
Mandos y controladores dobles: Si vas a comprar una manta eléctrica para una cama doble, lo ideal es que tenga dos mandos, para que tú y la persona que duerma contigo podáis elegir individualmente el ajuste de calor perfecto para cada lado. Los mandos dobles solo están disponibles en las mantas más caras.
Cómo se sujeta a la cama: Algunas mantas eléctricas tienen una correa que hay que pasar justo por debajo del colchón para sujetarlas, otras tienen correas elásticas en las esquinas. Estas últimas hacen que sea mucho más fácil ponerla y quitarla para lavarla.
Ajustes: Realmente, cuantas más opciones de ajuste de calor, mejor. Esto te permitirá encontrar el punto óptimo entre no notar nada de nada y asarte como un pavo al horno.
Temporizador: La mayoría de las mantas tienen un temporizador que permite programar el apagado de la manta después de un determinado número de horas. Es una función muy útil y debes asegurarte de que la manta que compres la tenga.
El tamaño: Cuando revisamos las mantas eléctricas, surgió repetidamente el mismo problema. Las mantas eléctricas no cubren toda la cama. Básicamente, son almohadillas eléctricas que solo cubren la zona donde se está tumbado. Esto causa dos problemas principalmente: la incomodidad de las cabezas y los dedos de los pies fríos, y el hecho de que el conector de plástico duro de la manta estaba en el área de dormir – y es obviamente incómodo para tumbarse.
Henry Burrell / Foundry
Debemos advertir de que la manta eléctrica no debe colgar del lateral de la cama: debe quedar plana o los cables del interior podrían dañarse. Si mides el tamaño de tu colchón y el tamaño de la manta que deseas, puedes aumentar el tamaño sin problemas.
Tamaño y colocación del conector: Tu manta eléctrica estará conectada a un cable con un enchufe en el extremo. Pero, como hemos mencionado anteriormente, el conector puede estar en tu zona de dormir, por lo que la mejor manta eléctrica para dormir tendrá un conector plano y cerca del borde de la manta.
Características de seguridad: La principal característica de seguridad que necesitas es la protección contra el sobrecalentamiento. Si la manta se calienta demasiado, se apagará sola. La mayoría de las mantas eléctricas ofrecen esta función, y debes asegurarte de que la que compres la tenga.
Sensor de temperatura: Algunas mantas eléctricas más caras pueden tener un sensor de temperatura ambiente que permite ajustar automáticamente la temperatura.
Lo que hay que tener en cuenta antes de comprar una manta
Comprar una manta eléctrica es mucho más sencillo y menos técnico. Además de medir su tamaño y tener en cuenta la resistencia del tejido, hay que fijarse en los siguientes aspectos:
- Temporizador
- Ajustes de calor
- Protección contra sobrecalentamiento
Emma Rowley / Foundry
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¿Son las mantas eléctricas seguras?
Hace años, las mantas eléctricas tenían mala fama. Todos y todas habréis escuchado alguna vez decir: “las mantas eléctricas no son seguras”. Sin embargo, esto ha cambado bastante con los años. Como ya hemos dicho, hay que prestar atención a la protección contra el sobrecalentamiento. Pero siempre que compres una manta eléctrica de una marca de confianza y sigas sus instrucciones de cuidado, su uso será perfectamente seguro.
Cuando utilices tu manta, asegúrate de que esté plana y de que los cables de su interior no estén enredados ni apretados. No cubras la manta eléctrica cuando la estés utilizando.
La mayoría de las mantas eléctricas se pueden lavar en la lavadora a baja temperatura. Muy pocas pueden secarse en secadora, algo que no recomendamos bajo ningún concepto. Cuélgala o ponla plana para que se seque, pero si la vas a tender en un tendedero asegúrate de no pellizcar los cables del interior con las pinzas. No la enciendas nunca para que se seque más rápido y no la utilices hasta que esté perfectamente seca.
Cuando guardes la manta, enróllala para que los cables no se arruguen.
Comprueba regularmente que no esté deshilachada ni presente señales de deterioro.
¿Cuánto dinero puedes ahorrar con una manta eléctrica?
Si lo que quieres es no disparar la factura de la luz, una manta eléctrica es la forma más barata de mantenerte caliente. Incluso una vez descontado el coste de la compra, ahorrarás dinero si enciendes la manta en lugar de la calefacción central o un calefactor de enchufe.
Una manta eléctrica cuesta unos 3 céntimos por hora. El funcionamiento de un calefactor enchufable medio cuesta unos 51 céntimos por hora. Y la calefacción central de gas cuesta entre 1,36 y 4,41 euros por hora, dependiendo de si tu casa es un piso pequeño o una casa grande.
Compruébelo tú mismo/a. Si quieres saber cuánto cuesta el funcionamiento de una manta eléctrica o de cualquier otro electrodoméstico enchufable, te lo explicamos paso a paso. Pero a modo de guía rápida, esto es lo que tienes que hacer.
- Averigua los vatios de la manta.
- Busca una calculadora online como ésta de Sust-It e introduce la potencia en vatios de la manta y establece el tiempo de uso en 60 minutos. Si conoces tu tarifa, añádela o elige una de las opciones del menú desplegable.
- O puedes calcularlo a mano, en cuyo caso multiplica tu consumo por kWh, y luego multiplícalo por tu tarifa unitaria de electricidad. Para obtener la cifra en kWh: vatios x consumo / 1000. Luego: kWh x tarifa unitaria.
Un calefactor enchufable, por ejemplo, probablemente rondará los 1.000-2.000 vatios. Por tanto, si utilizas un calefactor de 1.500 W durante una hora y tu tarifa unitaria es de 34 céntimos (por ejemplo), el funcionamiento del calefactor te costará 51 céntimos por hora.
Si te interesa el gasto de luz, tenemos un artículo en el que te contamos qué electrodomésticos son los que más luz gastan.
¿Cuánto cuesta una manta eléctrica?
Las mantas eléctricas suelen costar a partir de unos 40 euros. Por ese precio, obtendrás una manta para una cama individual, con controles sencillos y funciones básicas. A partir de unos 100 €, puedes hacerte con una manta doble con doble mando.
Los edredones cuestan a partir de 50 € y hay una gran variedad de vellones y texturas aterciopeladas para elegir que harán que la manta cueste más o menos.
Si necesitas más calor del que te puede proporcionar una manta eléctrica, echa un vistazo a nuestro resumen de los mejores calefactores portátiles y enchufables.